El Kéfir de Agua es una bebida fermentada muy antigua que se elabora a partir de una simbiosis de bacterias y levaduras que son nuestros gránulos y que viven en una relación de simbiosis. Cuando hablamos de ‘gránulos de kéfir de agua’ nos referimos a la forma que tienen, a su apariencia.

Los probióticos son bacterias vivas y levaduras que, en cantidades apropiadas, pueden tener un efecto beneficioso para la microbiota o flora intestinal, es decir, el conjunto de microorganismos que viven en el intestino y que realizan funciones esenciales, ya que intervienen en la inmunidad, la digestión y la producción de vitaminas. Según AESAN: ‘el término “probiótico” se utiliza de forma general y se refiere a especies bacterianas, cepas bacterianas o especies de microorganismos vivos, como Lactobacillus helveticus, Lactobacillus rhamnosus, etc.’.

En Ké Water analizamos las bacterias probióticas: Lactobacillus y Bifidobacterium. El resultado son 25 mil millones de este tipo de bacterias en tan solo una botella. Perfectamente, una dosis natural de probióticos diaria. Aunque tendrá muchas más ya que el kéfir de agua tiene alrededor de 15 tipos diferentes de probióticos y billones de bacterias activas. Os dejamos un estudio sobre la diversidad microbiana del kéfir de agua por el ‘International Journal of Food Microbiology’. 

Muchos fermentados como el kéfir se consideran alimentos funcionales porque no solo ofrecen millones de probióticos, sino que contienen enzimas, nutrientes predigeridos, vitaminas, aminoácidos y minerales y energía. Los suplementos de probióticos, por otro lado, contienen únicamente una o una variedad concreta de bacterias, es por ello que consideramos importante priorizar los alimentos naturales. 

• Se encarga de la absorción de los nutrientes que ingerimos en nuestra dieta. Estos nutrientes son esenciales para nuestro correcto funcionamiento.
• El intestino es una barrera que está en contacto directo con el mundo exterior, con lo que comemos y con las bacterias que ingerimos en nuestra dieta diaria. Nos protege de infecciones y nos mantiene en un mejor estado de salud cuando lo cuidamos.
• Está lleno de neuronas, el intestino tiene su propio sistema nervioso.
• Por otro lado, el intestino es el hogar de colonias de microorganismos, nuestra microbiota. Estos microorganismos se comunican con nuestras células y tienen el poder de regular hormonas, estado de ánimo, estrés y mucho más.
• Se trata del lugar dónde habitan gran mayoría de nuestras células pertenecientes al sistema inmunitario.

La microbiota es el conjunto de microorganismos que se encuentran generalmente asociados a tejidos sanos (piel, mucosas, etc.) del cuerpo humano. Los microorganismos residen en estos lugares de forma más o menos permanente y en algunos casos realizan funciones específicas. (AESAN)

No. A nosotras nos gusta decir que son primas hermanas, a pesar de ser ambas bebidas fermentadas a partir de un cultivo de bacterias y levaduras, el proceso y dicho cultivo son completamente diferentes. Los tiempos de fermentación son mucho más largos en la Kombucha y suele estar más gasificada. En la Kombucha se fermenta el té, y por ello, a veces puede contener cafeína, en cambio, en el Kéfir de agua no se utiliza té en la fermentación y por lo tanto no contiene cafeína. La Kombucha suele tener un sabor más dulce y agrio mientras que el Kéfir de agua tiene un sabor mucho más suave y ligero que parecerá que estás tomando un refresco, los sabores son bastante diferentes entre sí. Por otro lado, ambas bebidas fermentadas contienen beneficios digestivos, pero las bacterias y las levaduras son diferentes, por eso, el Kéfir tiene un contenido muy alto en bacterias probióticas y la Kombucha en enzimas digestivas.

Las historias sobre los orígenes del Kéfir de agua son bastante diversas, por lo que se desconoce de dónde surgió inicialmente. Existen historias que datan del siglo XIX, que Maria Teresa de Calcuta lo introdujo en el continente americano para mejorar la salud de las personas, que los soldados ingleses abogaban sus beneficios durante la guerra, que crecían en un cactus específico de México y otras más. Además, se le conoce con diferentes nombres alrededor del mundo, nombres como: ibis, tibiches, kéfir de agua, búlgaros de agua, granillos, granizo, hongos chinos, granos de agua de kefir, "Marinos (Centroamérica)", granos de azúcar de kéfir, cristales japoneses de agua, tibicos, hongos de agua tibetanos, cristales de agua japoneses, pajaritos y abejas de la fornia. En otros idiomas kephir, kewra, talai, mudu kekiya, water kefir, entre otros.

Nuestra recomendación es consumir antes de 5 días una vez abierta.

¡No! Todos los productos Ké Water son veganos y sin lactosa. 

Podemos tomar una Ké a cualquier hora, en el momento en el que así lo sientas. Tras una clase de Yoga, durante tu desayuno, comida o cena, para merendar con alguna pieza de fruta, durante tu camino en bicicleta… EVERYWHERE AND ANYTIME :) FEEL FREE TO DRINK IT!

No. 

Sí, nuestros productos son naturales 100% y perecederos. Se necesita refrigeración. Sin embargo, un par de horas fuera de la nevera no debería ser un inconveniente. Pero aconsejamos beberlas fresquitas.

El kéfir de agua fermenta en Kéfir de agua en lugar de leche. No contiene lácteos y tiene menos azúcar. El kéfir de agua es ligero, refrescante, saborizado con frutas y hierbas naturales.

No. Si bien es cierto, comparten especies en común pero tienen las suyas características. 

¡No! Todas nuestros productos son gluten-free.

Existen personas diabéticas que no tienen inconvenientes a la hora de consumir Kéfir de agua debido a que las bacterias y las levaduras producen enzimas que descomponen la sacarosa en fructosa y glucosa. Como la fructosa es digerida por el hígado, no eleva los niveles de azúcar en sangre como la sacarosa o glucosa. Debido a esto, la Carga Glucémica (CG) es mucho más baja. Por otro lado, tanto los ácidos acéticos producidos como la carbonatación que se pueda dar, reducen la CG. Nuestra recomendación: consulta a tu médico antes de tomar Kéfir de agua.

Son bajas en azúcares, 2 g/100 mL. Únicamente utilizamos azúcar de caña orgánica para alimentar a nuestros gránulos durante el proceso de fermentación, consumen el azúcar para producir dióxido de carbono (carbonatación), bacterias, levaduras y ácidos. Además, estos azúcares son eliminados mayoritariamente tras la fermentación. Como curiosidad: conforme pasa el tiempo de almacenamiento de nuestra bebida, la fermentación se sigue produciendo ya que es un alimento vivo, por lo que los azúcares residuales siguen disminuyendo y cada vez contendrá menos azúcar que el inicial. No añadimos azúcares adicionales tras la fermentación.

La frescura es importante para nosotras. Es mejor asegurarse de consumir vuestras Ké antes de la fecha para que podáis disfrutar de los sabores reales.

El sedimento del fondo es el resultado natural del uso de ingredientes orgánicos enteros. No utilizamos emulsionantes / conservantes / aditivos para unir nuestros ingredientes, por lo que la separación es natural. ¡Gira suavemente!

Sí, contiene alcohol propio tras la fermentación (24-48h) entre 0,2-0,8%. En España, por debajo de 1% no se considera bebida alcohólica.

Siempre que esté refrigerada, recomendamos consumir antes de los 6 meses de envasado para conservar todas las propiedades que queremos ofreceros. 

Si es la primera vez que tomas probióticos, te recomendamos que empieces por ¼ de botella al día e ir aumentando progresivamente a medida que el intestino se va adaptando al reequilibrio bacteriano. Es tan grande la cantidad de probióticos que existe en tan solo una botella que con esta dosis sería perfecto. Después pasaríamos a una botella y así hasta ver lo que nos siente bien. Nosotras recomendamos un máximo de 2 botellas de 250 mL al día una vez nuestro intestino esté equilibrado.